27/5/09

He de confesar que

- La transición de la primavera al verano produce en este cuerpo unas ganas locas de practicar sexo a todas horas.
- Quiero ser la viuda de un Nobel de Literatura. Dejarme el pelo por los tobillos y tintarme un mechón azul.
- El camarero me mira con ojos golosos. Siempre lo ha hecho, pero en otras épocas del año no me afecta tanto. Ahora, sin embargo, cada ocho horas imagino mi culo desnudo en su bandeja.
- Tengo unas ganas locas de beberme cuatro gintonics y pegarme siete bailes.
- En ausencia de macho ibérico doméstico, este cuerpo se ve forzado a autoabastecerse. Batidos light de chocolate, pollo a la plancha, lechuga, tabaco, alguna cerveza (también light) y automagreos componen mi dieta diaria. (Vuelve pronto, joder).
- Tengo ganas de pegarle a alguien.
- El camarero es la versión ibérica de Jude Law, pero sin cara de cabrón: más alto, más guapo, más fornido, más joven y con unos brazos... Virgen santa, qué brazos.
- Me encanta la palabra "atroz". Tan corta y tan intensa ella.
- ¿Sería de buen gusto que una señorita como yo le pidiera inocentemente a un profesional de la hostelería una ensaladilla de rabo?

4 comentarios:

  1. Lo de la ensaladilla...calla, calla, que se le cae la bandeja a la que "quítame estos polvos".
    Yo tengo ganas de saber de qué tengo ganas. Joder, la picha echa un lío, pero no por lo del rabito de cereza con una superdotada del tema...
    Ah, paso del júrgol!!

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  2. Anoche con la mojaina no entendía nada. Hoy sólo me falta por comprender "pero no por lo del rabito de cereza con una superdotada del tema...". Ay.

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