26/5/09

Esta noche pasada he soñado que me enrollaba con el ex de la actual de mi hermano, es decir, con el exmejor amigo de mi hermano y exnovio de la novia de mi hermano. Como trabalenguas no está mal. Pues bien, ambos éramos bogavantes, rojos, preciosos, con nuestras pinzas salerosas, y retozábamos por las rocas, muy cerquita del agua. Mi madre, que ha presenciado el acto amoroso con forma humana, me ha dado un estirón de orejas por liarme con un tío que no era el mío. A mí me resbalaba el sermón, excitada perdida, sólo pensaba en nuestro siguiente encuentro. De repente, aparezco en el médico médico. Resulta que tengo una enfermedad muy extraña. "Sólo uno de entre tres millones la padecen", me ha dicho el doctor. Seguro que la culpa la ha tenido mi transformación en crustácea folladora. El caso es que en mi forma humana no podía bañarme, pero sí como bogavante. Así que me he vuelto a transformar y me he dado un baño en las rocas de la playa de Los Náufragos para quitarme el mal olor. No había domingueros, sólo un socorrista de la Cruz Roja comiendo pipas de color morado. Me he puesto cachonda imaginando que volvía a aparecer mi amante y me he transformado automáticamente en humana, lo que ha sido nefasto para mi enfermedad.

2 comentarios:

  1. Pues yo nací del útero de mi padre. Así que imagina comparado contigo. A ver, a ver, ¿quien gana a quien?

    ResponderEliminar